Basílica de San Francisco. SUCRE, BOLIVIA

"La Basílica de San Francisco de Charcas es el templo de la orden franciscana en la actual ciudad de Sucre, capital de Bolivia. Se encuentra en el casco histórico, y desde el siglo XIX el convento franciscano fue transformado en sede del Ejército Nacional.






Los franciscanos recibieron en 1539 un terreno donado por Don Pedro Hinojosa con el objetivo de la construcción del templo dedicado a San Francisco de Asís. Poco después, se sumó un terreno vecino donado por Doña Constanza de Almendras, para ubicar en él el convento de la orden.
La obra de la nave central fue concluida en 1580, y en una ceremonia fueron trasladados los restos de los fundadores de la ciudad, desde la Capilla de la Inmaculada Concepción. Al año siguiente, fue inaugurada la Iglesia de San Francisco de Charcas, aunque la construcción de las capillas laterales se prolongó durante los años siguientes.

El templo fue protagonista del Grito Libertario del 25 de mayo de 1809, primer revolución latinoamericana del siglo XIX, seguida al año siguiente por las de Buenos Aires, Chile y México. Sobre la torre de San Francisco, se golpeó la campana hoy llamada “Libertad” en homenaje.
En 1825, el presidente Antonio José de Sucre, perteneciente a la logia de los masones, expropió San Francisco a la orden y lo transfirió al Municipio y al Ministerio de Guerra. Así, la iglesia termindó usándose como caballeriza, depósito de armas y de municiones. También el Mariscal Sucre ordenó la construcción de los Arcos de la Plaza de San Francisco, que cruzan la calle Arce hasta la plazuela parroquial, y que aún siguen en pie. Diez años después, se cancelaron los entierros en las catacumbas de San Francisco, a partir de ese momento se realizarían en el Cementerio General.
En 1868, el templo fue reabierto al culto católico. Recién en 1925 fue reabierta la Comunidad Franciscana, que volvió a ceder una parte del convento cedida por el Ministerio de Defensa. En 1946, San Francisco fue restaurada respetando la estructura original del antiguo templo.

En 1996, fue reabierta la cripta de la iglesia y en ella se encontraron los restos mortales de los hijos de los conquistadores españoles de la actual Bolivia. Entre los restos están, Juan López de Cepeda, Oidor de la Real Audiencia de La Plata de los Charcas y Juan José Segovia, el primer presidente criollo de la Real Audiencia de La Plata.[1]​ El 20 de junio de 1999, el Monseñor Jesús Pérez, Arzobispo de Sucre, consagró a San Francisco como Templo"


MISIONES FRANCISCANAS

Sacerdotes de diversas órdenes religiosas, sacerdotes diocesanos y frailes acompañaron a los españoles en la conquista de nuevas tierras. Sus tareas abarcation dos campos la evangelización de los nativos y la prestación de servicios religiosos a la población europea.

En relación al mundo indigena hubo también una decidida lucha por "extirpar las idolatrias", o sea, liquidar por todos los medios las creencias religiosas aborigenes consideradas paganas y a menudo diabólicas.
En los principales poblados que se enigieron sobre las nainas de los centros urbanos indigenas y en las nuevas fundaciones nunca faltó la iglesia, construida con mano de obra nativa.

Las villas más pequeñas, en tanto, eran dotadas de capillas. Estos establecimientos cumplían el objeto de velar por el cumplimiento de los sacramentos en la población hispana y sobre todo, difundir el evangelio entre la masa aborigen. La evangelización corrió por cuenta de las órdenes religiosas, que fundaron colegios y seminarios, dedicados a cristianizar a los hijos de la élite indigena.

A medida que avanzaba el proceso de conquista y afluian más religiosos, se hizo necesario redistribuir a las diversas órdenes por todo el territorio.

Esto, porque cada una aplicaba distintos métodos doctrinales y cundian los roces entre ellas. Para terminar con estas pugnas, la corona dictó una disposición real en 1563, en la cual se ordenó la pertenencia de los monasterios de una provincia a una mista orden. Asi, a finales del siglo XVI las diferentes regiones de América se repartieron y quedaron bajo tutela de 300 mercedarios, 2.200 franciscanos, 1.670 dominicos, 470 agustinos y 350 jesuitas.

La vida de la mayoría de los misioneros en el Nuevo Mundo fue muy sacrificada y estuvo llena de privaciones. Su esfuerzo partió con la adaptación a un hábitat diferente a todo lo que conocían en Europa, con climas y alimentos desconocidos, caminos largos a caballo y multiples trabas para comunicarse con los nativos. Sin embargo, los frailes y sacerdotes fueron los primeros en aprender las numerosas lenguas indigenas e incluso elaboraron ya durante el siglo XVI catecismos en idicimas nativos.

CORO

Es la parte del templo donde se sientan los religiosos para cantar las horas canónigas y celebrar los divinos oficios, respondiendo al sacerdote que canta la misa en el altar mayor, es por esto que tiene que existir una conexión directa fisica y visual con el altar. Así, el coro se concibió como un lugar protegido, cercado pero abierto hacia el altar mayor a través de lo que se llamó "la vía sacra".
En el proceso de involucrar a los fieles y permitir que estén más próximos en la acción litúrgica los coros fueron desplazándose hacia los extremos del templo: por encima del ingreso o en la cabecera del presbiterio. Este es el caso más común en la América hispana.
Todo coro posee un conjunto de sillas que están distribuidas en dos niveles formando una U, la cual se abre hacia la zona del presbiterio, hacia el altar donde se oficia la misa.
Está constituido por dos hileras de sillas encadenadas, varios atriles, un facistol y uno o dos órganos. Las sillas se organizan en dos niveles, la sillería alta viene a ser la más elaborada y la que por jerarquía sobresale en el recinto y es ocupada por los clérigos con titulo de canónigos. La silleria baja ocupa el primer plano y se ubica a nivel del piso y la ocupan los capellanes y otros religiosos cantores.
Se puede destacar la sillería del Convento Franciscano de la Recoleta "Santa Ana del Montesión de nuestra ciudad, que en la época colonial perteneció al coro de este templo. Esta obra majestuosa, fue tallada por Juan Jiménez de Villarreal.


CRIPTA-OSARIO DE LA BASILICA MENOR

"SAN FRANCISCO DE ASIS"

La cripta de San Francisco es una bóveda subterránea debajo del altar principal, construida al año 1581 y empleada hasta principios del siglo XIX, sirvieron de sepultura a personas religiosa, económica, politico y socialmente importantes de la época colonia y republicana: Francisconos, españoles, criollos, indigenas, caciques...
En él se aprecian techos abovedados unidos par arcos de medio punto, construidos con ladrillo y cal y canto. En el piso se encuentra una plataforma de madera para no pisar el suelo, donde reposaron los restos de estas personalidades.

Al inicio los enterraban envueltos en tela posiblemente de lino, separados por tierra y cal viva, para acelerar el proceso de descomposición, y evitar epidemias infecciones y malos olores.

Algunos de los personajes enterrados en esta cripta:

Alonso Patiño, el 12 de diciembre de 1558, otorgó poder para testar a Pedro de Guevara. Diego Patiño y Diego Bemäldez declarando su voluntad de ser enterrado en esta iglesia.

Antonio Álvarez. Encomendero, en 19 de diciembre de 1556, otorgó poder para testar a Baltasar de Villalobos y a doña Mayor Verdugo pidiendo también ser enterrado en San Francisco.

Entre los españoles enterrados o que tenian el deseo de ser enterrados en esta cripta, tenemos a
Juan López de Cepeda presidente de la Audiencia de La Plata.

Gaspar de Rojas, uno de los primeros escribanos públicos de La Plata, quien testó el año 1590.

Entre los indigenas que expresaron su voluntad de que sus restos descansen en este lugar, se tiene a:

Juan Aymoro, último cacique del finaje Aymoro, cacique del pueblo de Yatala Magdalena Cañarl que testó en 1570.

Inés Achama quien lo hizo en 1571.

Hernando Inca, natural de Pococache, que testó el 18 de noviembre de 1571. Juan Atau Yupanqui natural Anan Cuzco, que testo en La Plata el 09 de noviembre de 1577.


Don Juan José de Segovia y Liendo (Tacna 1728- Sucre 1809), Criollo, Oidor del Rey, abogado de la Real Audiencia de Charcas, debido a sus estudios y acreditaciones fue electo Primer Rector de la Universidad San Francisco Xavier y Precursor de la Emancipación Americana. Viste la sobria toga negra de los oldores.
Manuela del Risco y Agorreta (La Plata 1750- La Plata 1819)

Luce un jubón de manga corta, con pliegues y encajes similares a los que usan las mujeres del occidente boliviano. La prenda que lleva en la parte inferior se trata de una saya; es decir, una pieza de vestido largo y cerrado, que cubria de la cintura a los pies. Según el reconocido y recordado historiador Joaquin Gantier, la saya que luce doña Manuela en la imagen no llega hasta los pies sino a media pierna, tiene pliegues asemejándose más a una pollera. Ese tipo de indumentaria procedía de España y se llamaba "chula", dando origen así a la pollera que usa la "Chola boliviana".


Luisa Antonia Pérez de Anuncita y Montoya Salazar (hermana del Conde de Casa Fuerte - José de Montoya Salazar y Orbaneja. Madre de Condesa de Karma).
25 de agosto de 1723 1780 La Plata. Conocida como la Mayorazga, compro las haciendas de tejamolinos, Limpi Catalla. Josefa Gertrudis de Larreátegui Pérez de Montoya. 16 de marzo de 1752 en Lima-Perú - 17 de julio de 1806 en Sucre -Bolivia





Fuente: wikipedia y propia de la basílica.

D.S. y N.V.

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