Chalice Well. GLASTOMBURY


Glastonbury tiene una historia mística que se remonta a la noche de los tiempos. Esta pequeña localidad de Somerset, Inglaterra, está rodeada de lugares sagrados y  de poder dónde sus energías espirituales se entrelazan para crear un ambiente de paz y alegría que impregna toda la zona. Considerada el chakra corazón de la tierra y un punto de entrada a dimensiones superiores, sus características especiales atraen a sanadores y otros peregrinos espirituales de toda la Tierra.


La ciudad está construida sobre importantes líneas telúricas que la atraviesan. Estas líneas canalizan las energías vitales de la tierra, que los radiestesistas y clarividentes consideran especialmente propicias para la meditación, la curación y otras prácticas espirituales. De las colinas cercanas brotan dos manantiales a los que se les atribuyen propiedades curativas. El misterioso Tor, una colina con una cueva en la base, un laberinto a sus lados y una antigua torre de piedra en la cima, es la característica topográfica más pronunciada de esta hermosa ciudad.

Muchos mitos y leyendas se asocian a la zona, algunos basados en hechos reales y otros más difíciles de verificar. Los residentes son conscientes de estas características y eligen vivir aquí, por el deseo de estar cerca del espíritu y vivir en armonía unos con otros, en una comunidad solidaria y afectuosa donde abundan los valores compartidos y la buena voluntad.

En la antigüedad, Glastonbury y las colinas circundantes eran islas en un mar interior pantanoso llamado Mar de Cristal. Según el escritor Nicholas Man, Glastonbury recibió varios nombres: Isla de Avalon, Huerto de Manzanas e Isla de Cristal. Envuelta en la niebla que surgía del mar, la torre de Tor era a menudo lo único que podía verse de la isla.

Con el tiempo, el mar, alimentado por el agua dulce de las colinas circundantes, comenzó a llenarse de limo. Los juncos empezaron a crecer en las aguas menos profundas y, poco a poco, el mar se fue llenando, creando pantanos y, más tarde, tierras áridas. El drenaje continuó cuando se construyeron canales para evacuar el agua restante, hasta que hoy no queda rastro del antiguo mar.

Esta pequeña ciudad se puede recorrer a pie de punta a punta en unos 30 minutos. Las calles están repletas de tiendas de cristales, librerías metafísicas y restaurantes vegetarianos. Una mezcla de turistas de la Nueva Era, hippies europeos y lugareños llenan las calles de una animada actividad. Glastonbury no se parece a ninguna otra ciudad inglesa en su apertura a todo lo holístico, espiritual y metafísico.

Es la ciudad de las brujas, hechiceras, sanadores, y gente sensible, que ve el mundo de otra forma a la que lo hace  el resto, lo ve como energía en movimiento.

Los lugares espirituales se encuentran a poca distancia del pueblo y se prestan a la meditación, la sanación y otras prácticas de conexión interior. A continuación describiré el lugar estrella de esta ciudad, se trata del Chalice Well, el Jardín de las Hadas, justo aquí.

Chalice Well, el jardín del cáliz, es un enclave mágico cuidado con esmero que rodea un manantial cuyas aguas contienen propiedades especiales y terapéuticas.

Situado en Chilkwell Street y Well House Lane, el Chalice Well y sus jardines se encuentran junto a la Chalice Hill y también cerca de la colina de Tor. Se trata de una zona maravillosa. Los jardines están muy bien cuidados y llenos de muchas variedades de flores, plantas y árboles. El Pozo del Cáliz es un pozo  sagrado que fluye continuamente por los jardines, forma dos pequeñas cascadas y luego se dirige bajo tierra a los estanques de peces de la Abadía de Glastonbury.

Este antiguo manantial sagrado es un templo natural. La entidad que lo regenta es sin ánimo de lucro y trabajan para su conservación. Está abierto a gente de todas las creencias, religiones y filosofías para pasear, sentir y meditar. Ha sido lugar de peregrinación durante milenios ofreciendo al espíritu de los visitantes tranquilidad y equilibro.

Las construcciones del jardín del cáliz se basan en los patrones que emana la propia naturaleza, la geometría sagrada. Estos patrones ayudan a que la energía circule de manera fluida, reforzando las propiedades del agua y de todas las plantas que aquí conviven.

Al entrar, encontramos una fuente donde el agua va cayendo en diversos cuencos formando el símbolo del infinito en cada recorrido.

A continuación, el área de los Tejos es considerada el inicio del jardín. Estos árboles son sus guardianes-protectores. Tradicionalmente eran plantados en los cementerios cristianos, pero ha sido propio de  costumbres pre-cristianas, plantándose en lugares donde se celebraban ceremonias celtas y paganas.

Los dos árboles de casi mil años, dan acceso a un pequeño patio conocido como el patio de Arturo donde a los pies de la cascada, se cruzan por primera vez las líneas telúricas de María y Miguel, creando vórtices energéticos. En el patio encontramos un pilón donde descalzarse y sentir el agua en el cuerpo, el Baño del Peregrino, del que hablaremos más adelante.

Tras la cascada, el sendero conduce hacia una pequeña fuente con una cabeza de León. Aquí es posible beber con comodidad o llenar un envase para regresar a casa con esta agua de propiedades extraordinarias.


El Pozo

Éste, que es de hecho una fuente, se encuentra al fondo del jardín. Está tapado para asegurar la pureza del agua que sube por un pozo de piedra, el cual tiene probablemente más de 700 años. La tradición cristiana relata que José de Arimatea vertió la sangre de Cristo en el pozo y enterró el Santo Grial en la Colina del Cáliz, junto con dos recipientes de la sangre de Jesús que manaba de sus heridas mientras estaba en la cruz. Después, el agua se tiñó de rojo sangre, en resonancia con la Sangre de Cristo. Consta que el Cáliz o el Grial protagonizaron las leyendas Arturianas, la mayoría localizadas en Glastonbury y en el Valle de Avalon.

 Sin embargo, el manantial es considerado un lugar sagrado desde la antigüedad, y es aquí donde es más accesible el mundo de Avalon.


La Vesica Piscis

En la tapa del pozo verás la Vesica Piscis, formada por dos círculos superpuestos atravesados por una espada, es el emblema del jardín. Representa la unión del Cielo y la Tierra, el Espíritu y la Materia, lo Masculino y lo Femenino, consciencia e inconsciencia. La espada representa el medio a través del cual se puede estar presente en ambos mundos simultáneamente. Las propiedades y proporciones geométricas de los círculos entrelazados forman la base de una armonía que se ha encontrado en antiguos yacimientos sagrados y en catedrales medievales.

El pozo está tapado y hay un antiguo depósito subterráneo que puede verse si se mira dentro del pozo cuando el ángulo del sol es el adecuado. Algunos lo han utilizado para iniciaciones y se han sumergido en el agua fría, buceando a través de la puerta y dentro de la cámara del depósito para llevar a cabo ritos sagrados.


El agua

Aquí el agua es de la mejor calidad y proviene de una fuente muy profunda y desconocida, tan pura como impoluta. Se conoce como una “Chalybeate Spring” que significa que es una fuente rica en hierro, además de ser conocida como la fuente Roja o Ensangrentada, por su color rojizo. Muchos ven en estas aguas fluir la sangre de la Madre Tierra.

El alto contenido en hierro le otorga al agua un sabor distinto, sin alterar su pureza, siendo apta para el consumo.

La cabeza del león es el manantial dónde se bebe el agua y dónde podremos llenar nuestra botella, no más de 100 ml si viajas en avión. Aquí fluyen a diario 112.000 litros, incluso en los tiempos de mayor sequía, quedando siempre como la única fuente de agua potable en el pueblo. Otra curiosidad es que su temperatura nunca varía de los 11 grados.

El poder curativo de las aguas no está en el contenido mineral sino en una fuerza tan sutil como vibratoria, que está liberada cuando sube el agua de su hogar subterráneo e interacciona con las fuerzas de la tierra, y la luz del aire libre.

No es necesario tomar mucho para aprovechar su potencia curativa, basta con tomar unas cuantas gotas en un vaso hasta 3 o 4 veces al día para dicho propósito.


Hadas en los jardines

Las personas sensibles pueden ver hadas en los jardines. Éstas aparecen como un círculo de brumosa luz pálida que se mueve de flor en flor. Otras veces, se ven como una pequeña luz brillante. En otros niveles de consciencia, especialmente si se medita o se realiza una meditación guiada, se puede ver a las hadas de forma más vívida. Adoptan una forma más clásica y uno puede comunicarse con ellas. Las hadas se alegran cuando los humanos son conscientes de ellas y a menudo les proporcionan curación, guía y bendiciones.


Baño del Peregrino

Debajo de la primera cascada se encuentra el Baño de los Peregrinos, que fue escenario de curaciones en el siglo XVIII. En su momento álgido, acudían hasta 10.000 personas al día en busca de curación. Las energías curativas siguen presentes y, aunque el número no se parece en nada al de antaño, muchos siguen acudiendo por este motivo. Las propiedades curativas de la zona proceden tanto de la energía del agua como de las sutiles energías espirituales del terreno.


Los espinos sagrados

También cabe remarcar la presencia de dos espinos sagrados. El más pequeño se halla justo encima de la cabeza de león y el más grande está entre los dos Tejos grandes y el charco de la Vesica de Piscis. Este árbol, según la leyenda, es famoso por haber brotado milagrosamente del bastón de José de Arimatea a su llegada a Glastonbury. Su particularidad es que florece durante las fechas más importantes del calendario cristiano, Navidad y Semana Santa


Las energías de la tierra

Al ver el planeta como una entidad viva y autoregulada de forma natural, comprendemos que sus ritmos y pulsos forman una parte íntima del organismo entero. Mucha gente ha percibido el fuerte poder de las energías terrenales alrededor de Glastonbury, o sea, por aquí se puede sentir a menudo los ritmos distintivos de la cuadrícula de energía.

Las líneas de Miguel y María atraviesan los jardines por su camino por la abadía y la colina de Tor antes de dirigirse al Círculo de las Piedras de Avevury, en Wiltshire.

En cuanto se toma un tiempo para sentarse y meditar en el entorno del Pozo de Cáliz se puede experimentar el pulso de la tierra y apreciar la fuerza vibrante de la vida que sostiene el planeta en que vivimos.

No se puede explicar desde la mente, sólo desde el sentir, es un viaje mágico para conectar con la Diosa, y abrir el corazón y el cuerpo a sentir las energías del lugar.

Es una experiencia única y distinta para cada uno. Si te dejas llevar por el momento, sentirás una paz que te envuelve nada más entrar, que sana y te conecta contigo y con todo a la vez. Desapareces y formas parte del lugar.

Es un pequeño santuario donde olvidarte del mundo y sus problemas y abrirte al amor y a recibir. Esto nos recuerda que debemos volver a integrar en nuestra vida el cariño y cuidado de la tierra y de todas sus formas vivas.


Sólo los que creen en la magia están destinados a encontrarla.

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