"Le Barbier de Séville" en Petit Louvre (Chapelle des Templiers), Festival d’Avignon 2025
La compañía francesa Les Modits Compagnie presenta una versión vibrante y fresca de Le Barbier de Séville de Beaumarchais en el Petit Louvre (Chapelle des Templiers), un espacio que, aunque cargado de historia, plantea ciertos retos para el espectador. Esta adaptación, dirigida por Justine Vultaggio, quien ya cosechó éxitos en Avignon con L’Affaire de la rue de Lourcine en 2021 y 2022, combina un teatro popular y exigente con un enfoque dinámico que rinde homenaje a la ópera de Rossini mediante interludios musicales que enriquecen la narrativa.
La trama, ambientada en la Sevilla del siglo XIX, sigue a Rosine, una joven orfelina atrapada por su tutor, el autoritario doctor Bartholo, y su cómplice Basile. En su lucha por escapar de un matrimonio forzado, Rosine se enamora del conde Almaviva, quien, con la ayuda del astuto Figaro, despliega ingeniosos ardides para liberarla. Los personajes, interpretados con una energía desbordante, transitan entre la pasión, la locura, el miedo y la ceguera emocional, dando vida a una comedia trepidante donde los enredos y las risas están garantizados.
Las actuaciones son uno de los puntos fuertes de la obra. Cada miembro del elenco brilla con una presencia escénica que captura la esencia de los personajes de Beaumarchais: Almaviva destila encanto aristocrático, Figaro derrocha ingenio y Rosine equilibra vulnerabilidad y determinación. Los pasajes musicales, inspirados en Rossini, añaden un toque de sofisticación y ritmo, elevando los momentos clave de la trama y ofreciendo un guiño a los amantes de la ópera.
Sin embargo, la experiencia se ve empañada por las limitaciones del espacio. La Chapelle des Templiers, con su techo altísimo, presenta problemas de acústica y visibilidad, especialmente para quienes se sientan en las filas traseras. Las voces, aunque potentes, a veces se pierden en la inmensidad de la sala, y los detalles de las expresiones faciales, cruciales en una comedia de este calibre, se difuminan para los espectadores más alejados. Es una lástima, porque el trabajo actoral y la dirección merecen ser apreciados en su totalidad. Como en muchas salas del Festival d’Avignon, llegar con al menos 30 minutos de antelación es casi obligatorio para asegurarse un buen asiento, especialmente si se asiste en grupo. La popularidad de la obra, con una sala abarrotada, refleja su éxito, pero también subraya la importancia de planificar la visita.
En resumen, Le Barbier de Séville de Les Modits Compagnie es una propuesta vibrante, divertida y bien ejecutada que captura el espíritu de Beaumarchais con un toque contemporáneo. A pesar de los inconvenientes del espacio, la calidad de la puesta en escena y las actuaciones hacen que valga la pena. Un consejo: lleguen temprano, busquen un buen sitio y déjense llevar por esta comedia llena de pasión y artimañas.
La trama, ambientada en la Sevilla del siglo XIX, sigue a Rosine, una joven orfelina atrapada por su tutor, el autoritario doctor Bartholo, y su cómplice Basile. En su lucha por escapar de un matrimonio forzado, Rosine se enamora del conde Almaviva, quien, con la ayuda del astuto Figaro, despliega ingeniosos ardides para liberarla. Los personajes, interpretados con una energía desbordante, transitan entre la pasión, la locura, el miedo y la ceguera emocional, dando vida a una comedia trepidante donde los enredos y las risas están garantizados.
Las actuaciones son uno de los puntos fuertes de la obra. Cada miembro del elenco brilla con una presencia escénica que captura la esencia de los personajes de Beaumarchais: Almaviva destila encanto aristocrático, Figaro derrocha ingenio y Rosine equilibra vulnerabilidad y determinación. Los pasajes musicales, inspirados en Rossini, añaden un toque de sofisticación y ritmo, elevando los momentos clave de la trama y ofreciendo un guiño a los amantes de la ópera.
Sin embargo, la experiencia se ve empañada por las limitaciones del espacio. La Chapelle des Templiers, con su techo altísimo, presenta problemas de acústica y visibilidad, especialmente para quienes se sientan en las filas traseras. Las voces, aunque potentes, a veces se pierden en la inmensidad de la sala, y los detalles de las expresiones faciales, cruciales en una comedia de este calibre, se difuminan para los espectadores más alejados. Es una lástima, porque el trabajo actoral y la dirección merecen ser apreciados en su totalidad. Como en muchas salas del Festival d’Avignon, llegar con al menos 30 minutos de antelación es casi obligatorio para asegurarse un buen asiento, especialmente si se asiste en grupo. La popularidad de la obra, con una sala abarrotada, refleja su éxito, pero también subraya la importancia de planificar la visita.
En resumen, Le Barbier de Séville de Les Modits Compagnie es una propuesta vibrante, divertida y bien ejecutada que captura el espíritu de Beaumarchais con un toque contemporáneo. A pesar de los inconvenientes del espacio, la calidad de la puesta en escena y las actuaciones hacen que valga la pena. Un consejo: lleguen temprano, busquen un buen sitio y déjense llevar por esta comedia llena de pasión y artimañas.